Los índices de muertes en el departamento de Arauca van en aumento, una situación que se les está saliendo de las manos a las autoridades, no solo en la ciudad de Arauca, sino en otras localidades del departamento.
La gente del común se pregunta, qué está pasando con la seguridad en Arauca, el departamento, una región con el más alto índice de presencia de uniformados en todas las instituciones del Estado colombiano.
La dirigencia comunal, presidentes de juntas comunales y la misma comunidad ya no se atreve a hablar, a denunciar por temor a represalias o encontrar hasta la misma muerte. Entre los dientes denuncian que la ribera del río Arauca está tomada por los grupos violentos y las redes del narcotráfico.
Otros apuntan en señalar que cada día son más las zonas sin el control de las autoridades, que el municipio de Arauca está sumido en la inseguridad y la violencia armada. Los ciudadanos están pidiendo a gritos mayor presencia, patrullajes y efectividad de la fuerza pública en el municipio de Arauca y otras localidades azotadas por los violentos y la delincuencia.
En otras notas periodísticas, este medio denunció del grave problema social, que hasta ahora se está evidenciando en el municipio de Arauca, una localidad que no contaba con indigentes, ya los tiene y en cantidad, gente en condición de calle, mendigos pidiendo en los semáforos, en las calles y en establecimientos públicos. Todo eso es falta de gobierno.
A Arauca son pocos los ciudadanos que han llegado a invertir, a generar empleo y productividad en la región. La percepción que se tiene es que de estado venezolanos llegó la peor calaña, gente con antecedentes judiciales y delincuentes de alto calibre que viene haciendo de las suyas en Arauca, como en los demás municipios del departamento.
Ya en Arauca ha sectores vedados para la misma fuerza pública, casos puntuales la olla de expendio de alucinógenos en la Cancha Los Güires, el paso de las Canoas y La Mediagua en el barrio Los Libertadores, las invasiones a lo largo de la margen derecha del río Arauca como Brisas del Puente, Monserrate y ni que decir del sector del El Recreo y sus alrededores, donde ni siquiera el carro blindado de la policía se atreve a ingresar a cualquier diligencia en las horas de la noche ante un posible atentado.
En Arauca, como otros municipios del departamento la libertad para para la fuerza pública se está perdiendo, ahora tiene que vivir atrincherados en los puestos de servicio ante el temor a ser hostigados o asesinados por los actores armados.
Casos puntuales como estos se viven a diario en el CAI del barrio Primero de Enero y el de Caño Jesús. Allí los uniformados tienen que vivir guardados en estos sitios por temor a un atentado. La confianza con la fuerza pública se ha perdido y en vez de ser apoyado por la comunidad en estos sectores, le están dando la espalda.
En las autoridades legalmente constituida está la esperanza de que el municipio de Arauca, como otras localidades del departamento de Arauca se recuperen. Aún estamos a tiempo de que el problema se agudice y termine saliéndose de control.
